MOMENTO KODAK: EL PRECIO DE UN PRECIOSO
Por el Gober Precioso
"Recordar, es volver a vivir".
Les reproduzco un excelente artículo publicado en Proceso justo cuando al precioso le empezó esa diarrea crónica que lo volvió alcohólico.
Que lo disfruten.
El precio del gobernador
Por: ricardo ravelo
Proceso No. 1529
Fecha: 2006-02-19
Con el mandatario poblano, Mario Marín, todo tiene un precio. Los ciudadanos que protestan por sus injusticias y los políticos que lo critican pagan con sangre. En cambio, los empresarios que financiaron su campaña por la gubernatura reciben contratos de obra pública, pero hasta ellos deben pagar 10% de "comisión"... supuestamente para que un día el "precioso" llegue a la Presidencia de la República.
PUEBLA, PUE.- A un año de haber asumido la gubernatura, Mario Marín Torres echó por tierra sus promesas de campaña, entre ellas que haría valer la legalidad y el estado de derecho: Utilizando la Procuraduría General de Justicia y el Poder Judicial del estado, persigue a sus enemigos políticos y sirve a los intereses de los empresarios que financiaron su campaña.
Con una carrera política de poco más de 25 años, Marín Torres logró la candidatura al gobierno de Puebla a pesar de que no era la carta del entonces mandatario Melquiades Morales; con todo, logró aliarse con un grupo de empresarios y personajes oscuros que le aportaron dinero para arrancar su campaña tres años antes de que iniciara el proceso electoral.
De clase humilde y origen indígena, el gobernador dice identificarse con Benito Juárez. Sin embargo, desde sus inicios en la política se distinguió por ser proclive a la represión y al cobro de cuentas, y como gobernador su actitud es la misma de sus mentores: Guillermo Jiménez Morales, Manuel Bartlett Díaz y Mariano Piña Olaya. De este último, aprendió una máxima: "A mis enemigos los entierro, los encierro o los destierro".
En su primer año de gestión, Marín Torres silenció a la prensa con dinero y amenazas; sometió al Congreso del estado -donde una aplastante mayoría priista protege sus intereses-, acalló a la oposición y tomó las riendas de la Procuraduría General de Justicia del estado para enderezar acusaciones contra sus adversarios.
De igual forma, el gobernador se sirve de la Policía Judicial del estado para reprimir manifestaciones de inconformidad y, a través de su amigo Guillermo Pacheco Pulido, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Puebla, influye en las decisiones del Poder Judicial para acelerar y retrasar sentencias, amparos y autos de formal prisión.
Organismos defensores de los derechos humanos sostienen que el gobierno de Marín Torres es autoritario y represor. Un ejemplo es el asesinato del profesor Miguel Antonio Cuéllar Muñoz, ocurrido el 22 de diciembre de 1989, cuando Alfonso Vélez Pliego y un grupo de porros identificado con Marín Torres desataron una balacera para tomar las instalaciones de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP). En la refriega, el maestro fue alcanzado por un disparo en la cabeza.
A pesar de que los familiares del occiso exigen justicia, la actual procuradora, Blanca Laura Villeda Martínez, se niega a profundizar en la averiguación previa 5534/89, que sigue archivada por órdenes del gobernador, a pesar de que hay un video donde aparecen los presuntos responsables del crimen.
Según Fernando Cuéllar Muñoz, hermano de la víctima y miembro de la Red de Derechos Humanos Joel Arriaga, el crimen sigue impune porque, si se ahondara en la investigación, tendrían que ser citados varios amigos de Mario Marín, entre ellos Vélez Pliego; también implicaría indagar de dónde salieron las armas y quién financió a los porros que tomaron por asalto la universidad.
Y lo más probable -dice Fernando Cuéllar- es que la investigación alcanzara al propio gobernador, que en ese tiempo era subsecretario de gobierno, brazo golpeador de Piña Olaya y responsable del trabajo sucio.
Desde ese puesto, y después ya como secretario de gobierno, Marín Torres cobró fama por reprimir a los inconformes. Todavía se recuerda cómo ordenaba a la fuerza pública "romperles la madre" a los grupos que protestaban en la plaza central.
Ya como gobernador, Marín Torres ha provocado escándalos por sus constantes viajes al extranjero y, sobre todo, porque en tan sólo un año los poblanos ya resienten su estilo represivo. De la misma forma que Manuel Bartlet utilizaba a la policía para reprimir manifestaciones, Marín se sirve de ella para satisfacer las peticiones de sus amigos.
Es así, no sólo en el caso de la periodista Lydia Cacho, detenida y encarcelada en diciembre pasado por órdenes de Kamel Nacif, amigo de Marín, según se acredita en las grabaciones difundidas. Poco después de la aprehensión de Cacho, el gobernador de Puebla ordenó la detención de Martín Barrios Hernández, dirigente de una organización defensora de los derechos de empleados de maquiladoras.
El activista había denunciado los abusos contra las costureras. Según Fernando Cuéllar, la respuesta fue la aprehensión de Barrios bajo el cargo de chantaje en agravio del empresario Lucio Gil Zárate, subcontratista de Kamel Nacif. La Policía Judicial aprehendió en Tehuacán a Barrios Hernández, quien poco antes de ser encarcelado fue llevado bajo presiones y amenazas a la casa del supuesto chantajeado.
Venganzas
En mayo de 2005, estalló el conflicto en la junta auxiliar de La Magdalena Axocopan, al reactivarse una averiguación previa contra los pobladores de esa demarcación que se opusieron a la instalación de una caja partidora de los manantiales de la comunidad.
Mediante la aprehensión de varios líderes de la comunidad, el gobierno estatal pretendía imponer la obra para beneficiar a la familia Migoya Junco, propietaria de la desaparecida empresa El Volcán.
Otra injusticia que menciona la Red de Derechos Humanos Joel Arriaga es el encarcelamiento de Bartolomé y Domingo Melchi, acusados de asesinar a tres miembros de la organización Antorcha Campesina. De acuerdo con el expediente del caso, a los hermanos Melchi los incrimina el testimonio de un niño de ocho años.
Pero hay un caso más grave. Cuando Mario Marín fue presidente municipal de la capital poblana (1998-2001), el regidor Armando Méndez lo acusó de tener nexos con el narcotráfico y de favorecer a grupos dedicados al narcomenudeo. Poco después de que Mario Marín asumiera la gubernatura, un grupo de gatilleros le disparó con una pistola de calibre 9 milímetros a Raúl Méndez, hermano de Armando. Sólo una bala alcanzó a rozarle el hombro.
El hecho fue interpretado como una venganza del gobernador. En algunas versiones, el atentado se le atribuye a Arturo Loyola, actual regidor por el PRD, quien tiene nexos con Marín Torres desde que estalló el conflicto en la UAP y asesinaron a Miguel Antonio Cuéllar Muñoz. Las investigaciones están detenidas.
El señalamiento contra Mario Marín causó revuelo. Ante los cuestionamientos, Marín negó estar involucrado con el narcotráfico. Por cierto, el arzobispo Rosendo Huesca declaró recientemente que en Puebla se ha disparado la venta y el consumo de drogas.
Además, la entidad es considerada por la PGR como uno de los refugios del cártel de Tijuana y, de hecho, en marzo de 2002 el Ejército Mexicano capturó en el estado a Benjamín Arellano Félix, líder de ese cártel. Ahora, Puebla sigue siendo un enclave importante en el movimiento de droga hacia el Golfo de México.
Amigos y negocios
"No siembro para mí, siembro para Puebla", gritaba Mario Marín Torres durante sus giras de campaña por el estado, donde ofreció trabajar por sus paisanos y por los indígenas. Se regodeaba hablando de Manuel Bartlett Díaz, exgobernador y actual senador de la República, a quien llamó "mi amigo y mi maestro", pues le enseñó mucho sobre política. Pero aclaraba: "No nací con él ni soy su vocero ni su hijo".
Con apenas un año en el poder, el autodenominado "gobernador de nueva generación" reparte los encargos de obra pública entre sus amigos y exige 10% por cada contrato que asigna, como denunció el párroco del Perpetuo Socorro en una homilía a finales de 2005:
"Puebla está corrompida... Ningún profesionista dedicado a la industria de la construcción o al comercio puede realizar obras o servicios si no le da 10% al titular de la Sedurbecop (Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas). Los empresarios deben protestar ante tanta corrupción."
Entre los beneficiados figura el empresario José María Arturo Huerta, a quien se le otorgó, sin licitar, la concesión de la plaza de toros El Relicario. Tiene mala fama como ganadero, pues solía enviar toros de lidia sin la edad reglamentaria, pero su hermano Reyes Huerta figuró entre los principales aportadores de dinero para la campaña política de Marín.
La lista de financiadores incluye a los contratistas Édgar Nava, dueño de la empresa Gruconsa, y Aristeo Reyes, propietario de la compañía Gruconst. El constructor Maclovio Hernández es otro de los consentidos del sexenio: le asignaron el arco oriente del Periférico y la carretera Cholula-Huejotzingo.
De igual manera, a Javier Luévano se le vincula en presuntos negocios con el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, José Javier García. Y a José Abed, dueño del grupo Aristos, uno de los empresarios consentidos durante el sexenio de Bartlett, le asignaron la obra para ampliar el arco poniente del Periférico. No podría faltar Kamel Nacif, cuya relación con Marín se conoce desde que éste era presidente municipal de Puebla.
Ante ese abierto favoritismo, surgieron las protestas de los empresarios que no han sido tomados en cuenta. El ingeniero Eduardo García Suárez, expresidente de la Concanaco local, le envió una carta al gobernador en la cual se inconforma porque varias empresas afiliadas a ese organismo han sido descalificadas de numerosas licitaciones.
En su misiva expuso: "Confiando en usted, hemos participado en varios concursos y hemos ganado algunos de ellos; sin embargo, las obras o proyectos se han asignado a otros concursantes. El más lamentable ocurrió el día de hoy, viernes 10 de febrero. El concurso fue por el proyecto ejecutivo para la ampliación del hospital de especialidades del Issstep".
Lo que más molestó a los empresarios es que en esta obra -licitación SEDURBECOP-001/2006- el fallo se le otorgó a la empresa Nabla Ingeniería y Diseño S.A. de C.V., que presentó la cotización más alta (5 millones 993 mil 705 pesos), en tanto que Lua Internacional S.A. de C.V., cotizó en sólo 5 millones 594 mil 397 pesos. Nabla es propiedad de Carlos González, de quien García Suárez dice en su carta: "El mérito de este personaje es haber arreglado el edificio del ayuntamiento cuando usted era presidente municipal" (de Puebla).
En otro punto de su carta al gobernador, García Suárez dice: "El tal Carlitos González comentaba con entusiasmo, según cuentan sus amigos y colaboradores de la Secretaría (Sedurbecop) que 'a Carlitos y a Azomosa' (su socio) les asignarán el proyecto porque, según presumían, ya le habían dado el diezmo (la comisión al titular de la Sedurbecop, Javier García), el cual era para crear un fondo económico 'para que usted llegue a la Presidencia de la República'".
Más violencia
En estos 12 meses de gobierno, el gobernador Mario Marín Torres se ha peleado con delegados federales, consejeros electorales de la Junta Local del Instituto Federal Electoral (IFE), activistas de derechos humanos, diputados y alcaldes, tanto de la oposición como con sus correligionarios -como el actual alcalde de Puebla, Enrique Doger-, y hasta con la prensa local.
Uno de sus pleitos más sonados ocurrió a finales del año pasado. El delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en la entidad, Ramón Mantilla, terminó peleado con Marín porque éste pretendía desviar recursos federales para la campaña de Roberto Madrazo. A decir de Mantilla, los fondos de la Sedesol estaban destinados a la reconstrucción de 2 mil 400 casas dañadas por el huracán Stan en la Sierra Norte.
Casi para culminar 2005, Marín Torres descalificó a la Junta Local del IFE cuando la Comisión de Participación Ciudadana y Vigilancia del Voto, así como la de Asuntos Juridicos, presentaron una denuncia ante la PGR para investigar el presunto desvío de recursos del ayuntamiento local. El dinero se había utilizado para el encuentro nacional La reforma política municipal de la federación nacional y municipios de México, un acto de apoyo al candidato presidencial del PRI.
Cuestionado por sus excesos en el ejercicio del poder, Marín Torres terminó por acallar a la prensa poblana. Con algunas excepciones, prácticamente todos los medios impresos y radiofónicos se han volcado a favor del gobernador. Otros han optado por la autocensura debido a que el actual gobierno tiene fama de pedir la destitución de los reporteros que lo critican.
Por ejemplo, el cronista taurino Jaime Oaxaca, quien transmitía las corridas de toros por el Sicom (el Sistema de Información y Comunicación del gobierno) fue despedido por comentar que el empresario José María Arturo Huerta no merecía la concesión de la plaza de toros.
En entrevista, Oaxaca afirma que un alto funcionario del Sicom le dijo en abril del año pasado que había afectado intereses y que el gobernador estaba molesto por sus comentarios, por lo que lo despidieron. Luego el periódico El Heraldo le quitó su columna tras escribir un artículo titulado La fiesta secuestrada, en la que llamó al gobernador hitlercito.
No sólo eso. El jueves 16, al término de una reunión con textileros, el gobernador fue abordado por la prensa local. Encolerizado, Marín Torres golpeó las grabadoras de los reporteros y lastimó a la reportera Guadalupe Crisanto, del noticiario radiofónico Así Sucede, al cerrar su camioneta.
Así mismo, Gabriela Hernández, del diario Síntesis, fue empujada por personal de seguridad de Marín, quien tronó contra un grupo de reporteros que le preguntaron sobre las conversaciones que sostuvo con Kamel Nacif. Y un reportero, cuyo nombre se omite por temor a represalias, dijo: "Espero que esta vez el gobernador no pida mi cabeza". (Con información de Juan Pablo Proal)
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