UN GOBER PRECIOSO EN UNA CHULA PUEBLA

El Universal

Estupendo recuento de la historia del gober precioso es publicada hoy, en El Universal.

La biografía del mandatario estatal parecía impecable. Pero el caso Cacho reveló el manejo de la justicia a su antojo. Hoy él está al borde de la renuncia, y el PRI, de la pérdida de votos

¿Qué es lo que hace que un personaje de la relevancia de un gobernador se convierta de pronto en el villano de la película? ¿Cómo es posible que el poder público se doblegue ante el poder privado en los niveles que se observaron en Puebla con las célebres llamadas telefónicas del gobernador Mario Marín y el empresario bajo sospecha Kamel Nacif?

Todo indica que la biografía de Mario Marín era, hasta hace unos días, impecable. Su origen indígena lo ubicaba, ya una vez metido a la política, en el camino que -decían sus mejores amigos- podría concluir en la Presidencia de la República. Un Benito Juárez redivivo, ni más ni menos.

Pero podría ser todo lo contrario: el manejo a su antojo de la procuración de justicia, el control que tiene sobre su propia procuradora y aún de la juez, el desprecio con el que se refirió a la periodista Lydia Cacho, en particular, y la forma en como toleró que el empresario se expresara de las mujeres, en general, ponen a Marín al borde de la renuncia y al PRI en el desbarrancadero de la pérdida de votos en una entidad clave (la quinta del país en número de votantes).

Si Marín se va antes de cumplir el primer tercio de su mandato (lo que ocurrirá en enero de 2007), el Congreso tendría que convocar de nueva cuenta a elecciones. Según el resultado de tres encuestas levantadas la semana pasada en Puebla, el PRI saldría derrotado en esa nueva elección.

Por partida doble, el priísmo perdería: Roberto Madrazo vería cómo un importante caudal de votos en esa entidad donde el PRI ha dominado por años se van por la borda, y su partido tendría que soportar una derrota mayúscula en una hipotética elección con la que se sustituyera a Marín.

´Que de dónde amigo vengo...´

Mario Marín Torres nació en Nativitas Cuautempan, municipio de Coyotepec, en la mixteca Poblana y asumió el 1 de febrero de 2005 la gubernatura de esta entidad.

En la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales conoció a parte de sus colaboradores más cercanos: Valentín Meneses Rojas, hoy vocero del gobierno estatal -quien primero dijo que sí era la voz del gobernador en las llamadas telefónicas, luego que no y ahora que quién sabe-, y Mario Montero Serrano, hasta principios de febrero dirigente estatal del PRI y hoy aspirante al Senado de la República.

Desde 1972 milita en el PRI y durante el sexenio de Manuel Bartlett Díaz fue subsecretario de Gobernación, para después asumir la titularidad de la dependencia. Luego, entre 1997 y 1998 fue presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.

En el periodo 1999-2002 fue presidente municipal de la capital poblana, en donde consolidó un equipo de trabajo que hasta ahora le sigue.

Uno de los personajes clave en el equipo del gobernador -y uno a los que se le puede seguir la pista por el manejo de recursos públicos- es Javier García Ramírez, quien fue su secretario de Obras Públicas en el ayuntamiento de Puebla y ahora es su secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas. A través de él, Marín mantiene vínculos con los constructores del estado.

´Qué chula es Puebla, qué linda...´

Mario Marín Torres gobierna hoy uno de los cinco estados considerados clave en la elección federal de 2006. En la pasada elección local, el estado tenía inscritos a 3 millones 237 mil 686 electores.

Marín asumió el 1 de febrero de 2005 la gubernatura con la votación más alta de la historia de la entidad: 886 mil 535 sufragios a su favor. Su contrincante, Francisco Fraile García, del PAN, logró también una alta votación en el estado, con más de 600 mil votos.

Pero tuvo el gobernador un tropezón: como presidente municipal no logró retener la alcaldía para su partido. El PAN ganó con su candidato Luis Paredes Moctezuma.

Su trienio acabó en medio de acusaciones de corrupción en contra de sus principales colaboradores. Pese a que la Contraloría Municipal realizó investigaciones, logró salir ileso.

Desde que abandonó la presidencia municipal, al término de su mandato, Marín Torres se dedicó a construir su candidatura a la gubernatura del estado, aun con la oposición de su antecesor, Melquiades Morales Flores.

´No me provoquen, ca... bezones´

Hoy que el gobernador Mario Marín enfrenta la principal crisis política de su administración, su equipo de trabajo ha recurrido a la movilización de masas. Esta demostración se dio el 17 de febrero, en que burócratas estatales fueron sacados a la calle para participar en una "marcha de apoyo".

El PRI poblano dio muestra de que un anciano de 70 años aún tiene musculatura, pálida y flácida, pero musculatura al fin: la mayoría de lo manifestantes acudió en contra de su voluntad y con el amago de que habría "pase de lista" y descuentos salariales para los que no acudieran.

Marcharon organizaciones de vendedores ambulantes y fijos del municipio de Puebla y fueron traídos de municipios del estado centenares de personas, para los que se contrataron autobuses foráneos y unidades del transporte colectivo.

Como en los tiempos gloriosos, a quienes vinieron de lugares alejados, se les dieron bolsas de plástico transparentes con tortas y refrescos.

Se publicaron en los diarios locales afines desplegados de apoyo -"Con usted señor gobernador hasta la ignominia..."-, firmados por los presidentes municipales del PRI y por empresarios, principalmente del sector de la construcción, como Bertha Ritschard, fundadora de Maniobras Industriales de Puebla, dedicada al montaje de puentes y considerada como la segunda más importante de esta actividad en el país.

En su discurso, el sábado 18 de febrero, el gobernador lanzó su invectiva más encendida en el marco de las grabaciones telefónicas que lo involucrarían con el empresario Kamel Nacif Borge.

Advirtió: "Desde la Puebla revolucionaria" a todas aquellas "fuerzas perversas" que quieren afectarlo que no se equivoquen y eviten provocar "a los campesinos que tanto quiero, que no provoquen a los jóvenes y a las mujeres que creen en mí, que no molesten ni provoquen a los abuelitos y a las personas con discapacidad que tanto necesitan de mí".

"Mario Marín es un hijo del pueblo y nadie lo va a quitar (del cargo), salvo el pueblo", sostuvo al tiempo de insistir en que tiene "la conciencia tranquila y la cara limpia", de ahí que nadie debe ponerlo de pretexto para afectarlo con fines electorales "con todo lo que se ha orquestado desde los medios de comunicación" en lo que llamó "una infamia no sólo contra mí, sino contra todos los poblanos", dijo.

De que sabe cómo hacerlo, sabe: a lo largo del primer año de su administración, sus principales apoyos han sido para los ancianos (con la Casa del Abue, que es una unidad de gerontología), a los jóvenes (con la entrega de bicicletas) y a los discapacitados (con la creación de Cinia, centro de trabajo para personas con capacidades diferentes).

El discurso del gobernador logró regresar la memoria a los años 70: cuando se enfrentaban en encarnizados combates callejeros, los integrantes de organizaciones estudiantiles y populares de izquierda con el violento Frente Anticomunista Universitario. La historia continúa.

Aprovecho para enfatizar que no lleven a sus niños a la marcha.

No olviden sus corchos.