MADRAZO TIENE QUE FUSILAR A MARIN

Por el Gober Precioso

Si bien Ciro Gómez Leyva no es un periodista que me agrade mucho, no tiene desperdicio lo que ha publicado en Milenio:

Madrazo tiene que fusilar a Mario Marín

Roberto Madrazo y sus estrategas deben haber finalizado un primer ejercicio para calcular el costo electoral del maringate. El tímido deslinde que hizo el fin de semana el candidato presidencial del PRI, pidiendo que la Suprema Corte atraiga el caso del gobernador de Puebla, parece ser una apuesta muy conservadora. Un triunfo de quienes le aconsejaron “no provocar” al voto duro poblano y confiar en que, como en el episodio Bejarano-Ponce, el tiempo se encargue de lo demás.

Si esa fue la apuesta, se ha tratado de una mala decisión. Puebla, es cierto, estaba considerada como una de las grandes reservas priistas para el 2 de julio. Mario Marín ganó en 2004 con 886 mil 500 votos (49.6 por ciento del total). Si a esa cifra se agregaban los 30 mil votos de los verdes y el supuesto de que dentro de cinco meses participará más gente que el 55 por ciento que lo hizo entonces, podía concluirse que el ahora famosísimo Gober precioso valía un millón de votos.

Por eso Mario Marín era uno de los gobernadores que jugaba con un punto de ventaja ante el PRI nacional en el estira y afloja para armar las listas de diputados. No era fácil decirle que no. Valía un millón de votos. De ahí que, por ejemplo, su hermana, Julieta Marín, tuviera amarrada una diputación federal, lo mismo que el alcalde de Cholula, Juan Pablo Jiménez Concha, responsable del desplegado que los presidentes municipales priistas firmaron el viernes en apoyo de Mario Marín.

Pero después de observar la furia que siguen despertando las grabaciones, sólo un cálculo muy ramplón, o muy ingenuo, propondría que cada priista poblano que votó por Marín hace dos años lo hará de nuevo el 2 de julio. Marín, además, le va a quitar miles de votos al PRI en toda la república. Y garantizará que ni uno de los cotizados “indecisos” opte por Madrazo. Es una pésima apuesta.

Escuché a un veterano priista decir que si López Obrador se levantó de los escándalos simultáneos de Bejarano y Ponce, Madrazo podrá remontar el de Marín. No lo creo. Aquello fue un grotesco espectáculo de corrupción. El fondo de las grabaciones con Kamel Nacif es harina de otro costal: es prostitución infantil y complicidad para violar a una mujer en una cárcel. Difícil que los electores lo olviden con facilidad.

Si Roberto Madrazo quiere tener todavía una oportunidad en la contienda debe mandar al paredón a Mario Marín. Mandarlo ya. Su maestro Carlos Salinas de Gortari no titubeó en darle una patada al Tío Patrocinio González, entonces secretario de Gobernación, cuando el levantamiento zapatista en Chiapas amenazaba con hacer metástasis en toda la gestión. “Se va de mi gobierno lo que no funcionó”, dijo Salinas de Gortari el 10 de enero de 1994. Y el Tío se marchó, humillado y para siempre.

Madrazo tendría que emularlo para no hundirse en el abismo Al menos para no hundirse tan rápido. Cosa de inventar una frase. “Mi campaña es de maratonistas, no queremos bebedores de coñac”. O algo así.

Sensacional, Ciro, sublime en realidad. Bravo!!

Nomás me gustaría que alguien confirmara si es cierto que Jiménez Concha estuvo detrás del desplegado. De ser así, qué pena, caray Juan Pablo, pensé que tú eras de lo poco rescatable en el priísmo poblano, pero te has puesto del lado de la mierda y más temprano que tarde acabarás batido y apestando...