martes, mayo 29, 2007

CARTA DE LYDIA CACHO A MARIO MARIN TORRES

UNIVERSOS PARALELOS DEL PODER


Estaba fuera del país, dando una charla y trabajando en mi investigación sobre tráfico de mujeres para mi próximo libro; de pronto mi teléfono comenzó a sonar sin parar; eran colegas periodistas de Puebla, para pedirme una reacción sobre el desafortunado papel que jugó nuevamente el gobernador poblano Mario Marín, mejor conocido en Los Angeles como “The precious governor”.

Marín obtuvo de manera ilícita los expedientes de la averiguación previa en la cuál yo le acuso a él, a la procuradora, a la jueza, a Kamel Nacif, y otros, de una concertación antijurídica con fines de silenciarme por el trabajo periodístico “Los Demonios del edén: el poder que protege a la pornografía infantil”.

Marín entregó a un columnista político, quien ha dicho públicamente que le lleva a Marín “trabajo de medios”, parte de un supuesto peritaje psicológico elaborado por la PGR. El periodista tomó información parcial del documento y escribió un texto con una fuerte carga misógina y dolosa, intentando descalificarme por haber sido víctima hace muchos años de un delito violento. Por otra parte el propio Marín salió a los medios diciendo que tenía en sus manos dos peritajes: uno psicológico que según él demuestra que estoy dañada de mis facultades mentales, y otro peritaje más sobre las llamadas telefónicas en las que Nacif lo llama amorosamente “Papá, mi Gober precioso” y le paga con dos botellas de coñac mi encarcelamiento.

Queda claro que Marín y sus amistades manipularon la información de ambos peritajes, eso y más hemos de esperar de ellos. Ni yo que soy la acusadora he tenido acceso a ellos.

Me parece que lo fundamental es entender que el propio gobernador demostró que utilizando su poder público puede tener acceso a expedientes de la PGR siendo él el acusado, y que tan acostumbrado está a utilizar al poder judicial a su antojo, que no se percató que mandaba un mensaje claro a la Suprema Corte de Justicia: que él como servidor público puede hacer que se compren los expedientes en los que se le acusa –entre otros- justamente del delito de tráfico de influencias. Se aplicó lo que los aficionados llaman un autogol.

En cuanto a sus descalificaciones sobre mi cordura psicoemocional, no me preocupa su opinión personal. No es ni el primero ni será el último agresor que para defenderse de sus delitos califica de loca a su víctima. Es una práctica añeja de los inquisidores: históricamente las mujeres que defienden su dignidad, sus derechos, y que utilizan la voz y la palabra para sacar a la luz hechos que dañan a la comunidad, han sido calificadas de brujas y dementes por quienes durante siglos se han considerado dueños del discurso oficial y del poder moral dominante.

La violencia psicológica implícita en este último acto del Gobernador Marín constituye un acto que evidentemente le ha sido muy eficiente a lo largo de su carrera política para intimidar y subordinar a las o los ciudadanos que le cuestionan por actos de corrupción.

El mensaje que envía no es sólo que él sigue en el poder, y que desde ese poder conferido por la ciudadanía puede seguir incurriendo en delitos diversos. Su mensaje primordial es que en el sub mundo de las alianzas masculinas entre poderes públicos y privados, él como gobernante siempre tendrá más poder que yo –como ciudadana- para defenderse.

El mensaje puede ser aterrador (si una está dispuesta a dejarse amedrentar) pues muestra que alguien de la autoridad, en este caso al Fiscalía para la Defensa de Periodistas, perteneciente a la PGR, elige aliarse al acusado y dejar en indefensión jurídica a la víctima, al filtrar expedientes inacabados. Probablemente nada angustie más a una víctima de delitos como la tortura, el encarcelamiento y las amenazas de muerte, como el exponerse a un escrutinio psicológico denominado “Peritaje”, en el cuál durante largas horas se somete a la víctima a estudios psicológicos que aparentemente tienen como finalidad demostrar que tiene “sufrimiento emocional” como producto de la violencia inflingida por aquellos a quienes acusa.

El origen de estas prácticas se ubica en un sistema de Justicia Penal que parte de la base de que las víctimas de delitos mienten. Acompañada de esta práctica, la PGR utiliza peritos que no saben aplicar los protocolos periciales adecuados, como el Protocolo de Estambul que detecta el Síndrome de Estrés Postraumático producto de la tortura. O simplemente elige peritos, como sucedió en mi caso en el primer peritaje, además de jóvenes incapaces, con un evidente dejo de parcialidad hacia el victimario.

Nunca olvidaré cuando le dije a mi abogado que no me iba a hacer el peritaje psicológico en manos de PGR puesto que era como desnudar mi alma y la historia de mi vida entera, y que seguramente lo venderían a Nacif o a Marín. La Fiscalía me aseguró que jamás sucedería. Supongo que lo que la perita en psicología denominó como mi “tendencia a la fantasía” es lo que las y los periodistas llamamos intuición y conocimiento del sistema y de la realidad mexicana.

Mario Marín y el equipo corrupto del aparato de justicia poblano, intentan crear una versión alterna de los hechos reales. En la versión de Marín las llamadas telefónicas no existen. El es abogado, por lo tanto argumenta que aquello que no pueda ser demostrado no existe (en este caso afirma que el carácter de ilegal de las llamadas, producto de espionaje no puede ser considerado por la justicia). Según su hipótesis sin las llamadas no hay pruebas ni indicios de nada, por lo tanto es la palabra de un gobernador, una procuradora y una juez, contra la de una ciudadana común que ejerce el periodismo y la defensa de los Derechos Humanos. Ante semejante desigualdad de poderes, es lógico que el precioso personaje necesite utilizar su acceso mediático, mayoritariamente comprado a través de recursos públicos, para denostarme como mujer y como persona; argumentando que mi encarcelamiento, amenazas de muerte, tortura y complot para violarme en la cárcel (que se muestran fielmente en las llamadas telefónicas) son producto de mi fantasía.

Con la ayuda de elementos corruptos dentro de las propias corporaciones incluyendo la PGR, Marín pretende fabricar un Universo paralelo en el cuál él es inocente de haber prestado al aparato de justicia del estado para dar protección a la red de pornografía y explotación sexual infantil comandada por Succar Kuri.

Marín se enfrenta a un problema ¿Dónde deja la realidad de un Jean Succar Kuri preso en la cárcel de alta seguridad de La Palma? ¿Dónde las valientes voces de niñas que siguen enfrentándolo en un juicio que apenas van develando a los cómplices de delitos de turismo sexual y Trata de menores? ¿Dónde deja a Juanito Nakad dueño de la maquiladora en el penal de Puebla planeando mi violación frente a testigos?

¿Cómo desaparecerá Marín el video en que su protegido indirecto Succar Kuri explica cómo viola a una niña de 5 años y pide a otras menores traerle niñas para “su vicio”? Y por último ¿Qué le dirá Marín al FBI cuando le pregunten sus nexos con Kamel Nacif? por aquella llamada telefónica en que Kamel le pide a Succar una “Niña de Florida y de El salvador para fornicar con ellas en un Menage a trois” a lo que Succar le responde que él se encarga de los papeles para traerlas, pero que el sexo con ellas le costará a Nacif dos mil dólares.

Una vez, el dieciséis de diciembre del 2005 Mario Marín utilizó el poder público para castigarme con un “coscorrón” por revelar una red de pornografía infantil que incluye a un amigo suyo. Ahora diecisiete meses después, el gobernador pretende utilizar documentos de la PGR para deshacerse de mí nuevamente. Yo no quiero venganza, lo que exijo es rendición de cuentas. Mi pelea jurídica no es personal, es una batalla social contra la explotación sexual infantil, contra el silenciamiento de las y los periodistas comprometidos.

No importa que tanto esfuerzo y dinero invierta en su realidad alterna, ni si la Suprema Corte utiliza las llamadas y recomienda juicio político al poblano. Ni si Beatriz Paredes dice que lo de Marín fue “un desafortunado error” y que en este caso los derechos de las mujeres y las niñas no son su prioridad, ni de su partido.

Lo importante es que la realidad muestra que Mario Marín eligió como muchos gobernadores hacen sin que se haga público- utilizar el poder público para proteger una red de pornografía infantil. Yo soy simplemente la mensajera, la reportera que por aras de destino eligió darles voz a las víctimas de un grupo de intocables insertados en el Estado Mexicano. Y ellos, ellos son los que me lanzaron a la fama para enviar mi mensaje.

Después de todo tal vez sí se necesite un poco de locura para creer que México puede transformarse, que la justicia sí es posible. Con esa locura yo me quedo mientras viva.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esas son palabras dirigidas por la cordura y la inteligencia, no es fanatismo ni borreguismo a Lydia Cacho, pero se le cree mas a ella que a un borracho vividor.

No se si me da lastima o me alegra la posición de la esposa del “the precious governor” por estar casada con un mandril con traje de almacenes rodriguez de la capu, si este marrano se muestra asi con una mujer trabajadora, profesional y con tanto valor publico y social y lo peor que no es nada de él, que le hará a esa "pobre" mujer en la intimidad de su alcoba yo creo que ella si en verdad piensa en los viejitos, los niños que no tienen que comer, las madres solteras, las niñas y niños huerfanos pues debería denunciar a su borracho misogino como tanta mujer que se llena de valor y denuncia los abusos y se va con sus hijos lejos del monstruo pero no, el dormir con camisones de seda tiene su precio, ademas si se le ocurriera denunciar y decir la verdad sobre el caradegargola seria lo mismo éste la tildaria de loca fantastica, la meteria a la carcel y ordenaria que la madrearan y la violaran "las locas y las tortilleras" y montaria todo un teatro de "desprestigio" (si es que tiene algo de prestigio") en su contra.

Pero ni pedo, por eso se dice que el voto se debe pensar, yo nomas digo, quien vota por un borracho pulquero de pueblo para gobernador? el puto de marin deberia de estar trabajando en un circo dandole de tragar a los changos, limpiando mierdas y haciendola de payaso extra.

a la chingada los marinistas¡¡¡

Anónimo dijo...

!Muy bien! Lidia Cacho sabe que estamos con ella.

Los pentontos judiciales van a quedar como chivos expiatorios, pero no se irán solos... se incluirán a la jueza y a la "moquitos" Villeda,, el chiste es que el precioso ratero quede "limpio", pero no, a los poblanos no se nos olvidará jamás. Ni a sus viejitas ni viejitos, ni a los niños pobres ni a los campesinos.

Ya sabes Marin-concito... hay un Dios, y a al justicia divina no se le va nadie.

Anónimo dijo...

A propósito, como ven los madrazos en la UDLAP, ¿no tendra metidas las nalgas el precioso en éste problema?, la verdad el estilo que está ocupando el rector , es el mismo que ocupa el precioso,,,, o no????

Anónimo dijo...

Pues Palou ya se hechó de enemigos a varios académicos de peso completo. Y pensar que fue de los "abajo firmantes" que declaró que las elecciones presidenciales fueron impolutas. Ni modo, ahora le toco a él ser el objeto de un periodicazo.

Anónimo dijo...

Lidya Cacho, se ha encargado de mandar al basurero de la historia a Kamel y a su precioso Marin.
Conmino a todos los que visitan este blog, que la amnesia inmediata que padece nuestro pais no regrese.
Recordemos y recordemosle a los demas quienes son los buenos en esta tragicomica pelicula mexicana.

Viva por siempre Lydia Cacho, muera la maldita raza.

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