viernes, septiembre 22, 2006

EN PUEBLA NOS CONOCEN POR EL OLOR AZUFRE ¿SERÁ POR EL BALNEARIO DE AGUA AZUL

Los nuevos demonios de Marín
Los Conjurados


Y jamás ocurrió.

Empezar de cero, la exoneración, la limpia del gobernador mediante el bálsamo jurídico, el despegue del poder, el brindis de la reconciliación popular.

No ocurrió.

Un nuevo ministro, una nueva línea de investigación y una nueva estrategia sacaron de quicio a la nuevecita y flamante burbuja que apenas empezaba a levitar.

Y otra vez, el panorama es incierto para un gobierno que no acaba de tocar fondo. Es cierto, se expulsaron unos demonios.

Y llegaron otros.

Es obvio que algo no se está haciendo bien.

Culpar a la incapacidad de un puñado marinista (empezando por el consejero jurídico, Ricardo Velásquez y siguiendo con la procuradora Blanca Laura Villena) no será suficiente.

No esta vez.

Tampoco salir al ruedo con declaraciones fatuas, como el que la Suprema Corte de Justicia de la Nación mostró debilidad al no votar por unanimidad (¿qué es más endeble, ¿un 7-3 a favor o un 3-7 en contra?) o decir que es bienvenida una segunda parte de la investigación.

¿Mentiras, jactancia, otra vez?¿Otra vez a mi me harán lo que el viento a Juárez? La sensatez y el sentido común ¿de vacaciones? Invoquemos a Jack.

Vamos por partes.

¿Qué fue lo que encontraron los magistrados? Cuáles fueron los puntos del informe que rindió la comisión de magistrados designada para investigar el caso Puebla (Emma Meza Fonseca y Oscar Vázquez)?

Recordemos:

“1.- Que hubo un tratamiento fuera de lo ordinario en la presentación de la denuncia.

2.- Que la averiguación previa se integró con una celeridad inusual.

3.- Que hubo un comportamiento extraño de la juez que libró la orden de aprehensión en lo que atañe a su competencia, pues en un momento la negó, luego la aceptó y después formuló inhibitoria; y que giró con inusual rapidez la orden de aprehensión solicitada.

4.- Que el trámite de oficina que se le dio a la orden de aprehensión librada para cumplimentarla no fue el de ordinario.

5.- En cambio, que las condiciones en que se llevó a cabo la detención, el traslado y el internamiento de la procesada fueron las de ordinario.

6.- Que aprecian como inusualmente alta la cantidad fijada por la juez como caución para acceder a la libertad condicional.

7.- Que causa extrañeza que funcionarios operativos de la procuraduría que intervinieron en los hechos hayan sido removidos del cargo, cambiados de funciones o símiles después de consignada la averiguación previa, o después del conocido escándalo que causaron las grabaciones difundidas en los medios masivos de comunicación.

“8.- Que causa también extrañeza una entrevista sostenida entre los abogados del empresario “víctima” del delito y el presidente del TSJ, que primero fue negada y luego reconocida por él mismo; así como conversaciones telefónicas vías celular o telefonía ordinaria entre el juzgado o la juez y el secretario adjunto del presidente del TSJ.”

Entonces, ¿por qué no mencionaron el nombre de Mario Marín?

Porque los magistrados consideraron innecesaria una investigación basada en una prueba ilícitamente obtenida.

Eso ya lo sabíamos.

Es la principal defensa que tienen los abogados del gobernador.

Entonces, ahora ¿por qué ampliaron la investigación? La mayoría de los ministros consideraron que si bien la grabación no tiene valor probatorio pero permite elaborar hipótesis que durante su desarrollo pueden confirmarse o desecharse.

O sea, una nueva línea de investigación que tiene como punto de partida la grabación ilícita.¿Y quién es el principal defensor de este planteamiento? El ministro José de Jesús Gudiño Pelayo.

¿Cuál es su importancia?

Primero, tiene a su cargo la elaboración del engrose (el cual fundará y motivará la investigación)

.En resumen, él instruirá a los magistrados cómo deben de investigar.

Y esta investigación, según lo expuesto en las sesiones del lunes y el martes, debe centrarse en la figura del gobernador.

Segundo, tendrá bajo su responsabilidad el proyecto de dictamen, el cual, eximirá o culpará al mandatario de violación grave de las garantías constitucionales de la periodista Lydia Cacho.

En resumen Todo está en sus manos.

No hay que olvidar que Gudiño Pelayo siempre ha estado a favor de que la Suprema Corte investigue el caso.

Él votó a favor en la sesión del 18 de abril, y que ahora, votó en contra del proyecto de dictamen elaborado por el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, que exoneraba a Marín Torres.

¿Así o más complicado?

Los nuevos demonios de Marín están sueltos.

Leer aquí

Los demonios andan sueltos para el Marrano Marranín, pero el pueblo ha vivido el pinche infierno con este guey.

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