Por Tartufo
Dedicado para todos aquellos GENUFLECTOS que tienen el cinismo de defender al "precioso Marín" en este blog ¿verdad Jose Salgado Lopez?
La Jornada de Oriente. Martes 29 de agosto de 2006
Más de 400 mil niños mexicanos acompañan a sus padres en la migración, dice el DIF
Miguel Ángel Domínguez Ríos
Atlixco– El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ha realizado un estudio en el que determinó que aproximadamente cada año más de 400 mil niños mexicanos acompañan a sus padres en la migración hacia Estados Unidos. Una parte de esos infantes es oriunda de la Mixteca poblana.
Según un reciente informe anual sobre trata de personas emitido por el Departamento de Estado de la Unión Americana, entre 600 y 800 mil personas cruzan la frontera internacional cada año como víctimas de la trata de individuos: “80 por ciento son mujeres y niñas; el 50 por ciento del total, menores de edad. El mismo documento asienta que el gobierno de México no cumple con los estándares mínimos para eliminar la trata de personas”.
La Convención Interamericana sobre Trato Internacional de Menores (CITIM) define como tráfico de niños y jóvenes el traslado, sustracción, retención de un menor de 18 años por medios ilícitos. “En nuestro país el Código Penal Federal considera para este delito sólo la modalidad de traslado, y únicamente con menores de 16 años”.
En México no existen cifras o estadísticas claras sobre ese tipo de tráfico debido a la falta de una definición uniforme del delito, de indicadores y recursos para el seguimiento de los casos; “sin embargo, el DIF nacional refiere la localización de aproximadamente 400 mil pequeños cada año en toda la franja limítrofe entre ambas naciones. Y dentro de esa cifra, muchos tienen procedencia desde la Mixteca poblana”.
Los avisos no importan
La familia Gradas Hernández, de Atlixco, no tiene empacho en contarlo, a algunos años de aquella amarga tarde. “A finales de la década de los 80 y principios de los 90 todo el clan decidió lanzarse a Estados Unidos. Los primeros pasamos casi caminando por Tijuana, pero conforme el asunto era mayor, la patrulla y la Policía comenzaron a cerrar los caminos”, detalló en una entrevista Juan, el padre de la familia.
Sigue: “en 1999 sólo faltaba la esposa y la hija. Y conseguimos un pollero. La condición para pagar cualquier precio fue llevar a la niña por la llamada línea y no por el desierto. Ellos, los coyotes, comprometieron la palabra y buscarían papeles falsos”.
Todo marchó bien con Inés (de entonces ocho años) y su mamá. “Llegaron a la garita, y primero pasó mi esposa sin mayores problemas. Esperó afuera, del otro lado, varios minutos y nada. El tiempo comenzó a ser eterno. Una llamada avisó del problema: cacharon al segundo tipo por no aguantar y controlar los nervios. Y la niña, junto con ese güey, quedaron retenidos”.
Y acumularon dos problemas: rescatar a la pequeña de las autoridades y justificar la presencia de los padres. “Una de las condiciones para entregarla a las autoridades mexicanas consistió en la aparición de nosotros; es decir, papá y mamá. Yo, trabajando en Nueva York, y ella perdida en San Diego, California. Cuando hablamos de los hijos, somos capaces de todo. Aún recuerdo esa plática por teléfono, en donde decidimos tirar la toalla y dejar todo para tenerla una vez más”.
–¿Es decir, salir de Estados Unidos?
–Sí.
Pero “la fortuna y dios nunca fallan. Otro telefonazo cambió todo. El consulado solicitó a Inés y extrañamente la entregaron después de varios días de estar en un albergue de la misma ciudad”.
–¿Y qué pasó después, Juan?
– Buscamos otro pollero más chingón.
–Pero, ¿era un aviso el incidente?
–Esos a veces no importan.
Hoy Inés casi tiene 15 años. Y el 2 de septiembre la familia entera celebrará en un barrio de Brooklyn esa fiesta tradicional.
Los niños detenidos en la frontera son invisibles y están colados por las grietas del sistema legal estadounidense, detalla un reporte de Human Rights Watch. “Son detenidos y los mantienen en instalaciones altamente restrictivas, y terminan por ofrecerles muy pocos detalles sobre su situación y derechos legales”.
La presente legislatura en San Lázaro propuso reformar el Código Penal Federal a fin de precisar el tema del tráfico de personas y adecuarlo a los conceptos manejados por la Convención Interamericana sobre Trato Internacional de Menores.
De acuerdo con la información proporcionada a este reportero por la oficina del diputado de Atlixco, Rogelio Flores Mejía, uno de los objetivos es aumentar las penas por este delito. “Con las reformas al artículo 366 del Código Penal Federal quedaría establecido que no solamente comete esa falta quien traslade a un menor, sino también aquel responsable de sustraerlo, retenerlo o intente hacer ese tipo de acto”.
En caso de concretar la alternativa, sostiene el texto, la edad para considerar a un individuo como menor pasaría de 16 a 18 años, tal como lo establece la Convención Interamericana sobre Trato Internacional de Menores. “Las consecuencias en el actual Código Penal Federal son de tres a 10 años de prisión y de 400 a mil días de multa. Con la modificación, sería de mil 500 a 2 mil días de castigo, y de 10 a 15 años de cárcel”.
COMENTARIO: ¿Cual es el argumento para defender lo anterior? ¿Usos y costumbres? Sencillamente no hay argumento.
miércoles, agosto 30, 2006
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