sábado, julio 22, 2006

TIO JOHNNY

Vale preguntarse cuánto de la debacle priista, en este caso en Puebla, se debe al escándalo (…) de Kamel Nacif, con el gobernador Marín. Un político que inexplicablemente sigue en el cargo, aun después de la exhibición pública de su conducta

Carmen Aristegui F./ Reforma.com

Jean Succar Kuri, el hombre acusado de corrupción de menores, violación equiparada, abusos deshonestos, pornografía infantil y pieza clave en una red de redes criminal con alcance nacional e internacional, finalmente fue extraditado a México. El juez de distrito de Arizona, David K. Duncan, había autorizado su extradición desde el pasado abril, pero Succar y sus protectores desde México -como el tristemente célebre Kamel Nacif- hicieron cuanto pudieron para evitar la extradición. Abogados en México, Arizona y Wash- ington y todo tipo de recursos enfilados a su defensa no lograron el objetivo.

Es claro que en el caso confluyen una gran cantidad de intereses y que la batalla legal que se dio en Estados Unidos muestra cuán interesados están algunos en que la investigación no siga el curso que debe. La fiscal de la PGR, Alicia Pérez Duarte, ha dicho con claridad, pero hasta donde su responsabilidad ministerial se lo permite, que estamos hablando de una red criminal que involucra a políticos y empresarios que opera en diferentes ciudades de la República, incluida Ciudad Juárez, y que tiene alcance internacional.

El caso Succar representa una prueba de fuego para el Sistema de Justicia no sólo de Quintana Roo, sino en el ámbito federal en su conjunto. No olvidemos que, incluso, el tema está en el escritorio de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, quienes analizan lo ocurrido durante el encarcelamiento alevoso que sufrió la periodista Lydia Cacho gracias al escarmiento que pretendió darle el empresario Kamel Nacif, con la diligente colaboración del gobernador Mario Marín, la procuradora y la jueza del caso que se pusieron al servicio del poderoso particular.

Por cierto, vale preguntarse cuánto de la debacle priista, en este caso en Puebla, se debe al escándalo generado a raíz de la divulgación de las llamadas telefónicas de Kamel Nacif, entre otros, con el gobernador Marín. Un político que inexplicablemente sigue en el cargo, aun después de la exhibición pública de su conducta. En febrero, cuando la revelación de las llamas, me permití escribir aquí mismo: "Es tal la magnitud de lo denunciado que lo único que cabe ya es una cadena de destituciones, renuncias, averiguaciones ministeriales y/o juicios políticos de lo personajes involucrados". Ja. Todos siguen en sus puestos. Veremos qué alcance tiene lo que resuelva la Corte.

Puede quedarse en sancionar la conducta de los responsables del atropello a la periodista o -como es deseable que ocurra- entrar de lleno al meollo del asunto: las razones por las que Kamel Nacif decidió hacer valer su poder e influencia para realizar una acción que no sólo escarmentara a la periodista sino que inhibiera su trabajo de investigación y protección a las víctimas. Que la Corte también entre a investigar la asquerosa red que protege y participa de la pornografía infantil, corazón y origen de todo esto.

En lo inmediato no se debe quitar la mirada vigilante a la actuación de la PGR y, de manera especial, en las próximas horas y días a la Procuraduría de Quintana Roo y del propio gobierno del estado. Lydia Cacho no sólo ha traído a nuestros ojos con su libro Los demonios del edén" información suficiente para conocer quién es y qué representa Jean Thouma Hanna Succar Kuri. La periodista no ha bajado la guardia, a pesar de estar ella misma envuelta en procedimientos judiciales y tener amenazas de muerte. Ahora nos vuelve a alertar sobre cosas graves. Enlisto lo que me ha contado: el miércoles 19 de julio la defensa de Succar llevó a declarar a una niña -ahora de 15 años de edad- que fue abusada desde los 11, con ello se violenta, entre otras cosas, la ley de Quintana Roo al permitir que se utilice a las víctimas menores como testigos de descargo a cambio de dinero.

La defensa anunció que antes del sábado 22 requerirán la presencia en el juzgado de las niñas y adolescentes denunciantes. "Tanto las víctimas como sus defensoras durante tres años han dado testimonio sobre las amenazas de muerte y de venganza que el señor Succar y algunos protectores de él profirieron contra ellas". Nos alerta también sobre la aberrante participación, ahora como defensa, de Efraín Trujeque Arcila, quien fuera subdirector de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Quintana Roo y que en esa calidad tuvo acceso pleno a todas las documentales, pruebas y expedientes del caso Succar. Trujeque, al lado de Armando René Ancona, ex director de Control de Procesos de la misma Procuraduría, forman parte de la amplia defensa que gira en torno a Succar y sus protectores.

Esta defensa pidió la comparecencia de siete niñas que en 2004 acusaron al empresario. Se presume que se quiere un careo. De permitirse, veríamos una nueva victimización y de nuevo, testimonios contradictorios y atemorizados como los que seguramente presenció el juez Duncan en Arizona o como el ocurrido el pasado miércoles en Cancún. Pobres niñas. Dinero, miedo y el Tío Johny de regreso a casa. Por cierto, es inadmisible que un personaje como éste se encuentre recluido en una casa de ínfima seguridad como la de Cancún. ¿Quién responde por la seguridad de este hombre que tiene la lista y eventualmente los videos de quienes acudían a sus fiestas en Solymar?

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