¿EL GOBER PRECIOSO ESPIANDO? NO SERIAS CAPAZ, VERDAD?
Por Tiempos de Nigromante
¿Espionaje?
Dos camionetas van blancas, sin placas, fueron detenidas ayer afuera de las instalaciones del Suntuap. A las seis de la tarde estaba programada una reunión del Frente Cívico Poblano para preparar la marcha del próximo domingo en contra de Mario Marín. Alertados por la actitud sospechosa de los tripulantes de la camioneta, los cuestionaron. Al verse descubiertos, trataron de darse a la fuga. Una lo logró y en su prisa, arrollaron a dos mujeres. La otra no pudo hacerlo. Otros integrantes del Frente alcanzaron a pararlos y los rodearon de vehículos para impedir un nuevo escape. A las 10 de la noche seguían atrincherados al interior de la camioneta.
Los integrantes del Frente cívico sospecharon que se trataba de un equipo del gobierno para espiar sus actividades. ¿Por qué? Una antena satelital sofisticada sobre la camioneta los delató. Además, grababan a todos los que llegaban al inmueble. Por eso se interesaron en sabes quienes eran y que hacían ahí. Hasta ahora tenemos la duda.
Después de detenerlos, los integrantes del Frente Cívico llamaron a la policía. Hasta ahí llegó una patrulla de seguridad pública municipal. Los policías les pidieron soltarlos porque "eran parejas". Es decir, se trataba de policías. ¿De qué dependencia?
Dos versiones al respecto. Uno: que la camioneta forma parte del Consejo Estatal de Seguridad Pública y al interior hay un equipo sofisticado de espionaje, que incluye micrófonos de larga distancia y scáneres. Dos: que se trata de una unidad de la Diedo (Unidad de Investigaciones en Contra de la Delincuencia Organizada). En la columna "Porque los muertos corren rápido" de Alfonso Ponce de León, esta área de la Procuraduría General de Justicia opera desde la colonia "La Popular", responde directamente al mando superior -la Procuradora Blanca Laura Villeda- y se encarga del espionaje político.
De confirmarse que en realidad se trataba de un equipo de espionaje, será la caída definitiva del gobierno marinista. Ellos, que se han defendido del escándalo Kamel aduciendo la ilegalidad de las grabaciones telefónica presentadas por La Jornada, estarían demostrando que ellos también espían a sus críticos. Todo el discurso de la legalidad se vendría abajo. Lo que queda de credibilidad también. Horas graves se viven en el gobierno estatal.
Visto de otra perspectiva, en realidad se trata de una especie de justicia poética. El gobierno estatal que sufrió el espionaje telefónico, ahora lo enderezaría en contra de sus críticos. Lo harían para averiguar quienes son, cuáles son sus debilidades, hacia dónde van y como planean luchar contra el marinismo. El gobierno desnudado. Evidenciado en su corrupción. Ojalá no se confirme. No merecemos un gobierno espía y que no respeta los derechos fundamentales.
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